Al igual que para los niños la vuelta al cole, o para nosotros la vuelta al trabajo, es conveniente preparar a tu perro para la vuelta de vacaciones, pues supone un cambio brusco en su vida que puede tener efectos traumáticos.
Con el regreso a nuestro lugar habitual de residencia, las mascotas tienen que afrontar de nuevo un cambio en sus rutinas del que, muchas veces, no somos conscientes. Cualquier modificación en la dinámica diaria puede afectar a su bienestar emocional.
Es posible que durante las vacaciones hayas estado con tu mascota en lugares distintos como playas, excursiones, etc. En este artículo te contamos cómo preparar a tu perro para que los cambios de hábitos que traen consigo la vuelta de las vacaciones se hagan de forma progresiva y tranquila.
Cómo preparar a tu perro para la vuelta de vacaciones: consejos prácticos
– La adaptación a la nueva rutina debe ser gradual. Es probable que durante el período de vacaciones hayas pasado con tu perro más tiempo del que sueles dedicarle el resto del año. Si puedes, comienza a simular tu horario de trabajo unos días antes de tu regreso efectivo a tu residencia habitual.
– Establece horarios de alimentación, paseos y tiempo de juego similares a los que el perro tendrá a vuestro regreso. De esta forma, tu compañero peludo se irá acostumbrando a la idea de que volverás a estar fuera durante ciertas horas.
– Antes de abandonarle durante unas horas, vete preparándole y crea una rutina de despedida breve y relajada. Evita el drama o la ansiedad en este momento, ya que podrían aumentar el estrés de tu perro. Puedes darle juguetes o golosinas que mantengan a tu perro ocupado durante tus primeros minutos fuera.
– Elige un área en tu lugar de vacaciones en donde tu perro pueda sentirse seguro y cómodo cuando estás fuera. Asegúrate también de que tenga su lugar de reposo, juguetes y agua disponible. Esto puede ayudar a prevenir comportamientos destructivos por aburrimiento o ansiedad cuando no estés con él.
– Si en el lugar donde estés de vacaciones sabes si va a haber alguna noche petardos, cohetes o fuegos artificiales, procura no dejarle solo en esos momentos. Ese tipo de ruidos pueden generarle mucho estrés y asustar a los animales más tranquilos. En estos casos, es muy útil que el perro tenga un localizador GPS por si al asustarse se aleja de tu residencia y no sabe cómo regresar.
– Si es posible, cuando vuelvas a tu residencia habitual, haz con él un paseo un poco más largo antes de comenzar tu día de trabajo y vete reduciendo paulatinamente la duración del paseo hasta volver a la normalidad. Tu perro necesita ejercicio y tiempo para descargar su energía y mantenerse mentalmente estimulado. Si lo haces antes de marcharte, estará más relajado.
– En las primeras semanas de la vuelta de vacaciones, proporciónale, juegos y objetos que estimulen la mente de tu perro cuando te vayas al trabajo. Eso ayudará a disminuir su aburrimiento y ansiedad en esas horas en las que puede sentirse abandonado tras un verano en el que ha estado más tiempo acompañado.
– En esos primeros días, tras el regreso a tu residencia habitual, evita reaccionar con excesivas muestras de afecto cuando te reencuentres después de la separación. Con esto reforzarás la idea de que las llegadas y salidas son normales.
– Si tras la vuelta de las vacaciones observas que tu perro muestra signos de ansiedad excesiva, como llanto constante, destrozos o comportamientos inusuales. Considera buscar la ayuda de un profesional de comportamiento canino. Un entrenador o especialista puede proporcionarte orientación personalizada para ayudar a tu perro a gestionar el cambio.
– La paciencia es esencial durante este proceso. Refuerza el comportamiento deseado con elogios, caricias y golosinas cuando tu perro se comporte bien durante tus ausencias. Esto ayuda a construir una asociación positiva con tu partida.
– Vigila de cerca el comportamiento y la salud de tu perro durante las primeras semanas tras las vacaciones. Observa señales de estrés, como cambios en el apetito, alteraciones en el sueño, o comportamientos destructivos. Si notas algo inusual, consulta a tu veterinario para descartar problemas físicos.
– Como consejo previo a las vacaciones: considera implementar medidas preventivas para minimizar el impacto de este cambio. Por ejemplo, si tu perro es propenso a la ansiedad por separación, puedes entrenarlo previamente con estancias cortas y graduales fuera de casa para que se acostumbre a tu ausencia.
– Si tienes más de un perro, asegúrate de que las interacciones entre ellos sigan siendo positivas y supervisa cualquier cambio en su dinámica.
– Finalmente, revisa su entorno en casa para que esté seguro y cómodo en todo momento, y asegúrate de que su espacio personal esté limpio y libre de peligros potenciales.
Con un enfoque proactivo y cuidadoso, estarás ayudando a tu perro a adaptarse mejor a la nueva rutina, reduciendo el riesgo de comportamientos problemáticos y mejorando su bienestar general.
Pero si todavía sientes ansiedad por lo que pueda estar haciendo tu perro cuando no estás, o quieres asegurarte de que está localizado en todo momento, echa un vistazo a nuestros localizadores para mascotas. Una ayuda adicional para que este momento no sea tan duro. ¡Feliz vuelta de vacaciones a todos!