Estamos en el momento ideal de disfrutar con nuestras mascotas de la naturaleza y el aire libre. Las excursiones con perros en primavera o verano son una fuente de placer para ambos -dueños y mascotas-, aunque la experiencia puede volverse desagradable por distintos motivos: una espiga que se clava en la garganta de nuestro perro, un parásito que decide infectarle, etc.
Algunas de las causas que pueden ensombrecer un día de campo con mascotas se escapan a nuestro control, pero sí que hay una serie de situaciones que podemos prever y planificar para que las excursiones con perros sean lo más satisfactorias posible. ¡Vamos con unas recomendaciones!
Cómo hacer excursiones seguras con perros en primavera
No debemos improvisar: planificación e investigación de la ruta
Parece obvio, pero a veces no prestamos la suficiente atención a la planificación de la ruta, y es algo que nos puede evitar muchos sobresaltos o inconvenientes; por ejemplo, comprobar si hay restricciones de acceso para perros en el área al que vamos.
Investigando podremos elegir una ruta que sea adecuada para nuestro amigo canino, teniendo en cuenta su nivel de resistencia, sus habilidades, su raza, etc. También podemos repetir rutas que ya conozcamos y que tengamos guardas en nuestro localizador GPS.
Planificar la ruta con antelación previene muchos imprevistos, aunque a veces no podemos evitar que nuestro fiel amigo se pierda, ya que hay muchos motivos por los que un perro se puede escapar. Para prevenir estas situaciones, es muy recomendable contar con un localizador GPS para perros. Este dispositivo nos permite saber su ubicación en tiempo real y crear alertas para prestar especial atención en los momentos o áreas necesarias.
Es conveniente contar con las condiciones climáticas
Ahora que las predicciones meteorológicas son bastante fiables, ¡aprovechémoslo! En primavera la inestabilidad es la norma y, aunque la mañana amanezca despejada, el tiempo puede cambiar en cuestión de segundos.
Ajustemos los planes a estas predicciones para estar preparados y protegernos a nosotros y a nuestras mascotas.
Otro de los riesgos de la inestabilidad primaveral es que se produzca una rápida subida de las temperaturas. Lleva siempre agua suficiente para tu perro y ofrécesela durante la excursión, seguro que no te dice que no.
Parásitos y otras fuerzas de la naturaleza
La primavera es ese momento del año en el que a todo el mundo le apetece estar al aire libre, en el campo, disfrutando de la naturaleza. Sí, eso también incluye a los parásitos.
Las garrapatas y pulgas se vienen arriba en esta época y se encuentran más activas. Asegúrate, antes de salir, de que tu perro está al día con las vacunas y los tratamientos desparasitarios preventivos. Y, al finalizar y volver a casa, llega la operación antipiojo: revísale con detenimiento para detectar posibles parásitos y poder quitarlos de inmediato.
La oruga procesionaria es otro de los grandes enemigos de los perros. ¿Por qué resultan peligrosas? Las púas de estas orugas son muy irritantes y presentan unos niveles de toxicidad que pueden causar incluso la muerte de tu compañero de cuatro patas.
Si el perro se acerca mucho, los pelillos que desprenden al sentirse amenazadas se le pueden incrustar al animal en las patas, el morro y especialmente en la lengua y en la boca. Los síntomas dependerán del contacto que haya tenido con la oruga, pero los más comunes son: hipersalivación, edema visible en la lengua con coloración muy roja o amoratada, urticaria grave y dificultad para respirar.
Lo mismo pasa con las plantas que pueden causarle heridas o infecciones, o las que son tóxicas: vigila durante la excursión y después, que todo esté correcto. Las espigas pueden ser muy dañinas. Puede ocurrir que nuestro animal pise una y, en lugar de en la tierra, sea en las almohadillas de la pata donde se clave. Si vemos que cojea, haremos una inspección de la planta y también otra rutinaria al terminar el paseo.